Del RUIDO que exige A
LA VOZ que alienta. (ON -OFF)
3 formas prácticas de apagar el ruido mental
Cuando estudiaba en la escuela de locución, mi
cabeza estaba llena de críticas, exigencias y comparaciones. Todo eso se
convertía en ruido mental: pensamientos en cadena que me agotaban y
bloqueaban mi creatividad.
Ese ruido me llevó, durante años, a vivir con miedo al fracaso y a sentir que todo tenía que salir perfecto. En ese estado, crear se volvía pesado e incluso imposible.
Hasta que un día, en medio de una meditación informal, escuché otra voz. Una voz distinta, que solo aparecía en el silencio. La llamé: Voz Anterior.
Me propuse un experimento: ¿y si apagaba el ruido mental por un rato cada día?
Empecé a practicar en momentos simples: lavando los platos, en la ducha, caminando por la calle.
Al principio, el ruido se hizo más fuerte. Parecía una tormenta. Pero fue ahí cuando vi mi oportunidad: por primera vez podía observar mi auto-diálogo tóxico sin caer en él. Era como mirarme desde unos pasito más atrás desde donde yo estaba. Observarme plenamente y sin criticarme.
Ese día decidí:
· APAGAR el ruido mental. (OFF)
· ENCENDER LA VOZ ANTERIOR con un diálogo distinto, uno que me acompañe en lugar de exigirme. (ON)
💡 Hoy te invito a transformá tu diálogo interno para cambiar tu energía.
Del “OFF” que exige al “ON” que alienta
3 formas prácticas de apagar el ruido mental
Ese ruido me llevó, durante años, a vivir con miedo al fracaso y a sentir que todo tenía que salir perfecto. En ese estado, crear se volvía pesado e incluso imposible.
Hasta que un día, en medio de una meditación informal, escuché otra voz. Una voz distinta, que solo aparecía en el silencio. La llamé: Voz Anterior.
Me propuse un experimento: ¿y si apagaba el ruido mental por un rato cada día?
Empecé a practicar en momentos simples: lavando los platos, en la ducha, caminando por la calle.
Al principio, el ruido se hizo más fuerte. Parecía una tormenta. Pero fue ahí cuando vi mi oportunidad: por primera vez podía observar mi auto-diálogo tóxico sin caer en él. Era como mirarme desde unos pasito más atrás desde donde yo estaba. Observarme plenamente y sin criticarme.
Ese día decidí:
· APAGAR el ruido mental. (OFF)
· ENCENDER LA VOZ ANTERIOR con un diálogo distinto, uno que me acompañe en lugar de exigirme. (ON)
💡 Hoy te invito a transformá tu diálogo interno para cambiar tu energía.
Mariela Alvarez
Del “OFF” que exige al “ON” que alienta
- Ruido
mental – OFF: “Si no me sale, voy a fracasar.”
- Voz
que sabe más – ON: “Si no me sale, voy a aprender algo
útil.”
3 formas prácticas de apagar el ruido mental
1. Nombrá lo que escuchás
Cuando aparezca una frase exigente o de miedo, decila en voz alta o anotala. Al sacarla de tu mente, deja de tener el mismo peso y empieza a perder fuerza.
Nota Personal:
Si sentía que era demasiado ruido simplemente me ponía como observadora de mi propio drama mental.
RECONOCER las incoherencias de mi ruido mental me llevó tiempo y entrenamiento. Yo creía que era bueno analizar cada cosa que me pasaba pero me di cuenta con ayuda terapéutica que lo que hacía era SOBREANALIZAR todo.
Tenerme paciencia fue clave.
2. Reescribí el guion
Si sentía que era demasiado ruido simplemente me ponía como observadora de mi propio drama mental.
RECONOCER las incoherencias de mi ruido mental me llevó tiempo y entrenamiento. Yo creía que era bueno analizar cada cosa que me pasaba pero me di cuenta con ayuda terapéutica que lo que hacía era SOBREANALIZAR todo.
Tenerme paciencia fue clave.
2. Reescribí el guion
Transformá la frase para que sea alentadora. Cambiá el foco del resultado a la acción o al aprendizaje.
Ejemplo:
- Ruido: “No puedo equivocarme”.
- Voz Anterior: “Cada error me enseña lo que necesito mejorar”.
A veces me servía pensar ¿Qué cosas me diría si pudiera tratarme mejor? ¿Qué consejo me daría si no me criticara tanto?
3. Usá tu cuerpo para cambiar el canal
Adoptá una postura abierta: espalda recta, hombros relajados, respiración profunda. Tu cuerpo envía señales de calma a tu mente, y eso ayuda a que el diálogo interno se vuelva más claro y amable.
Nota personal:
Cuando estaba mal, muchas veces me daba cuenta de que me pasaba horas hundida en el sillón, rumiando diálogos tóxicos. Cuando me daba cuenta de lo que estaba pasando me tomaba a mi misma por los hombros y me obligaba a ponerme derecha. Abrir el pecho y moverme. Definitivamente cambiar la postura hacía que pudiera respirar más profundo y oxigenar las ideas me hacía mejor. Cambiar la postura es una decisión.
El silencio interno es claridad, no vacío
Bajar el volumen mental no significa dejar de pensar. Significa no alimentar los pensamientos que te exigen y desgastan, para que puedas escuchar la voz que te guía con calma.
💡 Ponelo en práctica hoy:
Sentí cómo la energía se vuelve más liviana y tus decisiones más claras.
Nota Personal:
Respirar, cambiar la postura, hablarme mejor y tratarme bien hicieron que mi vida cambiara. Las meditaciones informales se volvieron un hábito y me ayudan cada día a tomar mejores decisiones en mi vida cotidiana. Aunque a veces me cuesta y me sigo enganchando con mis propios asuntos, describo en este blog muchas de las técnicas que me ayudan para no olvidarme.
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coherencia y calma.
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